LAS DROGODEPENDENCIAS TRAS LA REDUCCIÓN DE DAÑOS
MIGUEL DE ANDRÉS* Y JOAN TRUJOLS**
*Doctor en Medicina por la Universidad de Ginebra. Psiquiatra FMH (Suiza). Especialista en terapia sistémica por la Universidad de Lausanne. Ha trabajado en servicios de salud mental y drogas en Suiza y España, con especial dedicación a la promoción de la reducción de daños. Es director técnico de Grup Igia en Barcelona.
**Licenciado en Psicología. Máster en Drogodependencias y en Métodos y Técnicas de Análisis de Datos en Ciencias de la Salud. Diplomado en Investigación Cualitativa y Participativa en Ciencias de la Salud . Colaborador técnico de Grup Igia. Psicólogo clínico en la Unidad de Conductas Adictivas del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona.
Introducción
A finales de los años 80 se empezaron a desarrollar en España los programas de reducción de daños relacionados con las drogas. Provenían de algunas ciudades del norte de Europa y preconizaban la perspectiva de salud pública como modelo de actuación ante el uso inyectado de drogas. Señalaban que era posible prevenir la transmisión de enfermedades infecciosas ofertando servicios adaptados y cooperando con los propios usuarios de drogas inyectables (UDI).
Muchos equipos y técnicos que intervenían en la atención sociosanitaria con UDI (en aquel tiempo principalmente heroinómanos), empezaron a modificar sus modelos y prácticas de intervención. Los programas estrella fueron los tratamientos con metadona y la distribución de jeringas estériles, temas tabú entre los profesionales hasta ese momento y que desde entonces han alcanzado un importante desarrollo.
Este artículo pretende abrir la reflexión en torno a la evolución de la reducción de daños en España, analizando sus potencialidades y sus limitaciones. Especialmente se sugieren reflexiones sobre su riqueza como modelo de pensamiento y marco de actuación política.
Texto: http://www.fundacionmhm.org/pdf/Mono5/Articulos/articulo9.pdf (http://www.fundacionmhm.org/pdf/Mono5/Articulos/articulo9.pdf)